CABECERA IRATI POCTEFA

Valle de Salazar

El valle de Salazar se enclava en pleno corazón del Pirineo navarro y limita con Pays de Soule-Zuberoa. Quince son los municipios que lo conforman: Ezcároz, Esparza, Gallués, Güesa, Izalzu, Jaurrieta, Ochagavía, Oronz, Ripalda, Uscarrés, Igal, Izal, Iciz, Sarriés e Ibilcieta. Pequeños y coquetos pueblos que han mantenido vivos el arte y la historia de sus antepasados a través de dólmenes, puentes de piedra, casas-palacio, iglesias con estelas y robustas ermitas.

El idílico entorno natural del valle presenta grandes contrastes, que van desde las cumbres del Ori o el Abodi y los frondosos bosques de hayas del norte – con la Selva de Irati como máximo exponente- a las espectaculares foces que bordean el sur.

Una naturaleza exuberante que invita al sosiego y a la calma y que sus habitantes han sabido cuidar y respetar para desarrollar su principal actividad económica: la ganadería.

Su variedad de paisajes y senderos invitan a practicar todo tipo de actividades al aire libre, desde travesías a pie, rutas en bicicleta de montaña, ascenso a los montes y cumbres más emblemáticas o esquí de fondo.

Valle de Salazar www.valledesalazar.com

No te pierdas:
Ochagavía y la ermita de Muskilda

La localidad más poblada del Valle de Salazar es una de las más visitadas del Pirineo navarro, tanto por su puente medieval, como por sus estrechas calles empedradas y el cuidado caserío de tejados empinados que se distribuye a ambos lados del río Anduña. Además de los palacios y casas blasonadas de los siglos XVIII y XIX, destaca la  iglesia de piedra San Juan Evangelista, de la que sobresale una robusta y elegante torre.

La ermita de Muskilda está situada en la cima del monte de mismo nombre, en la localidad de Otsagavía. Es conocida por la belleza de su construcción románica del siglo XII, en la que llama la atención su torre cubierta por un tejado cónico; por la talla gótica de la Virgen con el Niño; por los danzantes de Otsagavía que bailan en su honor; y por la panorámica de los Pirineos y el tupido bosque que se disfruta a su alrededor.

Erremendia

Enclave natural situado entre los valles de Aezkoa, Salazar y Urraul. Zona montañosa muy transitada por los montañeros que sorprende por sus cimas y la extensión de sus paisajes. Cuenta con dos senderos balizados que permiten practicar senderismo y, como es zona de pastos, es habitual la presencia de ganado.

Imprescindible para disfrutar de unas magníficas vistas.

Ezcároz

Ezcároz es la capital del Valle de Salazar. Un pueblo de alta montaña que conserva su encanto gracias a sus calles estrechas y empedradas y a su caserío tradicional de madera y piedra y tejado a dos aguas de teja roja plana. Algunas viviendas muestran blasones y escudos pertenecientes a los siglos XVIII y XIX. También destaca parroquia de San Román, del siglo XVI, con el retablo mayor y el retablo de la Inmaculada como principales atractivos.

Igal e Izal

Aunque menos conocidos, los pueblos de Igal e Izal reservan pequeños tesoros al visitante. En Igal, la iglesia tardorrománica de San Vicente alberga una rica colección de estelas discoidales en su atrio. En Izal, se encuentra el único hórro de este valle y se conserva en muy buen estado.

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